8 de marzo de 2008

In fire

Dios, ahí está de nuevo. Esos ardores ahí detrás, en las partes pudendas. Hichadita que da miedo. Y estos no me entienden, no me alivian... No sé dónde meterme, no sé qué tengo que hacer. Ando inquieta. Lloro y gimo, y no sé por qué, y ellos me dicen que me calle. Y encima no me dejan subir al sofá nuevo de la casa grande. Vaya forma de cuidarme cuando estoy claramente enferma. Qué sabrán ellos... Me estoy desangrando y no me llevan al veterinario. Pasan de mí olímpicamente. No me dejan sociabilizar con otros perros. Y ella es más rara... Cada dos por tres me coge y me da la vuelta para mirarme 'ahí', ¡será descarada! Ay, dios, dios... Ahora querría tropezarme con Pancho, Pluto o Hugo, mis tres pretendientes laguneros. ¿Pero dónde se meten cuando los necesito? Total, seguramente no me dejarían acercarme a ellos...

Qué ganas de crecer y entender el mundo adulto...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ay Uguita Uguita,,, Chacho también esta pasando por una etapa rara...Se ve que muchas niñas andan como tú y traen al pobre decabeza---