25 de febrero de 2008

Lost

He vivido el peor día de mi vida.

Me llevaron al parque enorme ese lleno de perros. Ya saben todos que soy algo... tímida con otros perros. Ellos me llaman cobarde, pero sólo es que me cuesta coger confianza. Había de todo: perros grandes y chicos, indiferentes e interesados. Un bull-terrier comenzó a perseguirme para jugar conmigo, pero le hice entender que no me interesaba huyendo. No soy tonta, cuando me alejo una distancia que considero demasiada, doy media vuelta y vuelvo con mis dueños. Y nunca los pierdo de vista. Por lo general, cuando un perro me persigue y ya he corrido un poco, me paro en seco; el can en cuestión se da cuenta de que paso olímpicamente y me deja en paz. Pero aquel cocker... Aquel endemoniado cocker empezó a perseguirme y no paró. Corrí y corrí. Corrí como jamás había corrido. Cuando él se cansó y se largó, miré alrededor buscando a mis amitos... y no los vi. Me entró el pánico. EL PÁNICO, señores.

Fui de acá para allá sin resultado. Había gente corriendo, niños jugando, perros paseando. Pero ninguno era ellos. Estuve allí perdida una eternidad, aunque según ellos no fue más que media hora -sé que también se les hizo eterno por las lagrimillas que derramaron al encontrarme-. Oía silbidos familiares de vez en cuando, pero venían de sitios diferentes cada vez, y mi estado alterado no me permitía utilizar mi sentido de la orientación.

Unos chiquillos intentaron cazarme. No puedo con los niños, así que no me dejé cazar. A rápida no me gana nadie. Corrí como alma que lleva el diablo. Huí de todo aquel que intentó darme caza, yo sólo me fío de mis dueños. El corazón se me salía del pecho, mi cuerpo no paraba de temblar.

Y entonces apareció él. Me lancé a la carrera a reencontrarme con mi adorado dueño. Me cogió, y yo le lambeteé, me agarré a su hombro y no lo solté. Hasta que apareció también ella, y fui a lambetearla y a que me cogiera y parase ese temblor. Ellos también tenían el corazón alterado.

Nunca más. Nunca más volveré a ese parque, nunca más los perderé de vista...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, espero que vuelvas por el parque, algunos canes estaremos esperandote para picarte un fisco y correteaaaaaaaar. Te defenderemos del dichoso cocker !