3 de enero de 2010

¿Dulce Navidad? ¡Amarga locura!

Salir a pasear estos días es una auténtica odisea, un infierno por lo que yo llamo LA FIEBRE. Prefiero quedarme metidita en la caseta y esperar a que pase esta fiebre, en la que a todo el mundo le ha dado por salir a la calle, por meterse en tiendas, por caminar y correr con esa horrible musiquilla repetida de fondo. Afortunadamente el Gordo y la Histérica huyen de este jaleo también, y hoy hemos ido de chuletada al monte. ¿Y qué ha sido lo mejor? Pues que toda, TODA la zona recreativa era para nosotros. No había ni un alma. Se ve que la gente prefiere gastar y comprar en esos sitios llenos de cosas inútiles y poco prácticas por las que hay que pagar. Qué follones se traen estos humanos. Y mientras, yo tan tranquila, comiendo salchichas y chuletas y persiguiendo piedras.

Creo que queda poco para que termine la fiebre, pues hay un montoncito de paquetes en un rincón de la casa. Recuerdo que en años anteriores esa montañita era previa a volver a la rutina. Quedarán un par de días a lo sumo. Qué ganas de volver a mis paseos matutinos por la calles despejadas. Qué ganas de tener a estos dos tranquilitos por casa, sin musiquillas ni lucecitas..., ¡pero que no se acaben los polvorones!

2 comentarios:

Tushin dijo...

Pues vete acostumbrándote! Una semanita al año toca.

El Gordo dijo...

De todas formas, Uga, tampoco es que retoces de alegría al salir por las mañanas al paseito de una hora. Que bien que te metes en la caseta a ver si nos despistamos y te dejamos en casa...Así que tampoco te pongas tan bien puesta...