14 de octubre de 2009

Cambios

Ya no puedo saltar desde la cama al sofá, porque no llego. Y mi caseta está lejos de la cama, pero eso no importa, porque siempre acabo subiéndome para dormir con ellos. Esta gente ha modificado la casa; ahora las paredes son verdes y me recuerdan al monte, por eso los primeros días lloraba y gemía, porque no veía los árboles. Ellos pensaron que me deprimían los cambios. Nada, se ve que estaremos en esta casa mucho tiempo y han pensado que sería mejor hacerla algo acogedora. Que la verdad, ya era hora, que las paredes daban pena de la humedad que rezumaban. Otra diferencia es que ahora el Gordo duerme en el lado derecho de la cama, porque la Histérica dice que ahora le gusta más el lado izquierdo, pues está más resguardadito. Pobre Gordo, cómo le manipulan.

A mí me da igual cómo estén puestos los muebles. Lo mismo da si las paredes son verdes o blancas con manchurrones negros. Lo mismo da. Siempre que vuelven a casa me buscan y me hacen arrumacos, y cada mañana me toca un pedacito del sandwich del Gordo. Y todos los fines de semana nos vamos a caminar al campo, o a chapotear a la playa. Mientras esas cosas, las importantes, no cambien, lo mismo me dan los colores.

1 comentario:

Tushin dijo...

Verdes! Queremos foto.