5 de junio de 2007

Sola en casa

Han vuelto a dejarme sola. Cuando no están la casa es muy aburrida. Puedo coger zapatillas y otras cosas, pero si no me las quitan ni me regañan, no es divertido. Sólo cojo esas cosas para que me hagan caso; en cuanto ven que subo una chola al sillón, ¡enseguida vienen a hablar conmigo!

Hoy me pusieron una cosa al cuello que no me gustó naaada. ¿Para qué quiero eso? A mí me gusta estar así, desnuda, libre. Intenté quitármelo por todos los medios, y cuanto más me esforzaba, más se reían ellos. Al cabo de un rato me lo quitaron, qué alivio, pero lo dejaron en la estantería. Eso no me gustó un pelo.

Mmm... ¡Qué ganas de que vuelvan! El reencuentro será glorioso; estoy viendo un par de calcetines debajo de la cama...

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